¡Vaya añito que llevamos! ¡Quién nos iba a decir que íbamos a pasar por esta pandemia maldita que nos ha cambiado la vida a todos!. No he tenido ni ganas, ni mucho tiempo para cocinar, aparte de que he puesto unos kilitos en el confinamiento y no soy capaz de quitarlos, jajaja. Lo que conlleva comer cositas a la plancha, ensaladitas y poco más. Aún así he juntado unos días en agosto y como casi todos los años he hecho mi escapadita con mi marido. ¿Dónde íbamos, como estaba la cosa? Aprovechando el viaje a Madrid para llevar a mi hijo con su hermana, nos fuimos a Segovia, que parecía que la cosa estaba tranquila allí, solo habíamos pasado en alguna ocasión pero nunca habíamos parado para visitarla. ¡SORPRESA! Nos ha encantado, tanto su gastronomía como su casco antiguo.
Nos ha fascinado tapear en Segovia, sin duda volveremos, a continuación os pongo algunas fotitos del restaurante que nos aconsejaron para comernos el tan famoso cochinillo de Segovia, sus judiones y su sopa castellana. El trato, el servicio, el producto espectacular, no tanto el estómago que ha venido un poco fastidiado de tantos excesos. ¿Y qué decir de su vino? productores de unos de los mejores vinos tintos que he probado y eso que yo no soy de tinto, soy de blanco, pero la verdad es que nos encantó, tanto que ese día despertamos de la siesta a las 21:30 h. 😊
He de decir que hemos vuelto maravillados con el trato recibido y no solo fuimos ese dia a comer sino que volvimos los días siguientes a tapear. José María, encantador y todos sus trabajadores, nos hicieron volver a sentir vivos y libres, después de estos meses tan duros para todos. Totalmente recomendable visitar este fabuloso restaurante. Y por supuesto pasear por su Acueducto, por sus calles empedradas, su Alcázar.....para repetir. Aquí van las fotitos, espero que os gusten. Un saludo y pronto os pondré alguna recetita, os lo prometo. Besitos a todos.
FOTO CON JOSE MARIA
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